Resultado
I Concurso Regional de cuento Johann Rodríguez-Bravo
Ganador:
RODOLFO VILLA VALENCIA
Cuento
“Contigo no se puede jugar”
Segundo puesto:
HUGO ANDRES ROSERO OCAÑA
Cuento
“Telaraña”
Menciones
de Honor:
Primera
mención:
RAÚL
HARPER (seudónimo literario de Guillermo Zúñiga Cañizares) Cuento “Uppercut”
Segundo
mención:
DANIEL
ALBERTO ZAPATA GORDILLO
Cuento “Mami, me dijo doña Concha”
Tercera
mención:
CÉSAR
ERNESTO MAYA ARTEAGA
Cuento “El pollito”
Cuarta
mención:
JUAN
CARLOS PINO CORREA
Cuento “El cielo de tus ojos”
Quinta
mención:
JORGE
MARIO ECHEVERRY HURTADO
Cuento “Estás Muerto”
Acta del Jurado
Siendo las
20 horas del 07 de octubre de 2009, se reunieron en la ciudad de Bogotá los escritores Juan Esteban Constaín, Carlos
Fernández y Andrés Mauricio Muñoz, para deliberar y emitir el fallo del I
Concurso Regional de Cuento Johann Rodríguez-Bravo. Al final de la sesión se
llegó a una decisión, cuyas principales conclusiones se resumen en seguida:
1) Conceder
el primer puesto del concurso al cuento “Contigo
no se puede jugar”, presentado al concurso bajo el seudónimo de Tántalo.
Una vez abiertas las plicas se pudo determinar que pertenece a RODOLFO VILLA VALENCIA de la ciudad de
Cali, Valle del Cauca. El autor, tal como lo contemplan las bases, recibirá un
estímulo económico de un millón de pesos.
Sobre “Contigo no se puede jugar”: De este
cuento se consideraron como virtudes la unidad, el ritmo, el dominio de la
tensión narrativa y el uso asertivo de los diálogos, además de un manejo
impecable del lenguaje y precisión en el estilo.
2) Otorgar
el segundo lugar del concurso al cuento “Telaraña”,
presentado al concurso bajo el seudónimo de GUSTAVO F. BURNETT,
y que al abrir las plicas se pudo determinar que pertenece a HUGO ANDRES ROSERO OCAÑA de la
ciudad de Pasto, Nariño. El autor, tal
como lo contemplan las bases, recibirá un estímulo económico de quinientos mil
pesos.
Sobre “Telaraña”: El jurado quiere destacar que en este cuento
es posible evidenciar un manejo consistente de la técnica narrativa, fluidez en
el lenguaje y pleno conocimiento del oficio de narrador.
3) Otorgar las siguientes menciones, siendo relevante
y estricto el orden en que aparecen mencionadas
Primera mención: Uppercut, presentado
al concurso bajo el seudónimo de El nadador. Una vez abiertas las plicas se
determinó que su autor es RAÚL HARPER
(seudónimo literario de Guillermo Zúñiga Cañizares) de la ciudad de Cali, Valle del Cauca. En este caso el jurado quiere destacar la
forma como se estructuró el cuento alrededor de una suceción de imágenes
precisas que sostienen y ambientan adecuadamente la historia.
Segundo mención: Mami, me dijo doña concha,
presentado al concurso bajo el seudónimo de Hectorcito. Una vez abiertas las
plicas se determinó que su autor es DANIEL
ALBERTO ZAPATA GORDILLO. En este cuento
es importante resaltar la capacidad de evocar y de concebir una historia bien
elaborada alrededor de la nostalgia y un drama elemental.
Tercera mención: El pollito,
presentado al concurso bajo el seudónimo de Cesarión Gatirri. Una vez abiertas
las plicas se determinó que su autor es CÉSAR
ERNESTO MAYA ARTEAGA de la ciudad de Pasto, Nariño. Lo
que llama la atención del jurado es la convicción y decisión del autor a la
hora de construir el cuento. Se percibe un autor inmerso en un proceso creativo
interesante.
Cuarta mención: El cielo de tus ojos,
presentado al concurso bajo el seudónimo de Joaquín Azarbarda. Una vez abiertas
las plicas se determinó que su autor es JUAN
CARLOS PINO CORREA de la ciudad de Almaguer, Cauca.
Lo que quiere resaltarse es la sensibilidad y pericia del autor para plasmar en
el cuento un sentimiento de impotencia y desolación. Se evidencia también una
madurez narrativa interesante.
Quinta mención: Estás Muerto,
presentado al concurso bajo el seudónimo de Juan Darién. Una vez abiertas las
plicas se determinó que su autor es JORGE MARIO ECHEVERRY
HURTADO
de la ciudad de Cali, Valle del Cauca. Se quiere resaltar, con la
escogencia de este texto, la disposición cuidadosa y acertada de los elementos
narrativos con que el autor estructuró el relato.
4)
Resaltar la participación en la primera versión del concurso. Se recibieron un
total de 97 manuscritos provenientes de
diferentes ciudades del suroccidente.
5) Sobre el concurso en general: La
respuesta a la convocatoria rebasó cualquier expectativa, y eso es lo primero
que hay que celebrar: que tanta gente en un mismo sitio (una misma región),
esté dispuesta a escribir y a contar sus historias. El del cuento es un género
difícil, pero quienes nos mandaron los suyos tuvieron, para empezar, el valor
de hacer visible un proceso creativo en el que han venido trabajando para encontrar
una voz, un estilo, quizás los secretos del oficio. Pero no sólo es ese el valor
de estos textos: también hay, en algunos de ellos, talento, trabajo, disciplina,
ingenio, formación, lecturas, variedad de temas. La escogencia del jurado tiene
que ver precisamente con eso: con el reconocimiento de autores que, aunque
evidentemente están en el camino y en la búsqueda (como todo escritor), ya
logran combinar elementos narrativos y literarios para estructurar historias que se ciñen, en mayor o menor
grado, a los patrones esenciales del género y al exigente legado de sus
maestros. Toda deliberación es un proceso subjetivo; sin embargo, como jurados
de esta primera versión del Concurso Regional de Cuento Johan Rodríguez-Bravo,
leímos con gran respeto y cuidado los textos concursantes, y creemos que el
fallo da cuenta plena de la calidad del certamen, y deja sentadas las bases
para su continuidad y la de quienes quieran participar en el futuro.
6) Sobre el homenaje a Johann: En el
cumplimiento de su amor voraz por la literatura, Johann Rodríguez-Bravo supo
desde el principio que la vocación de un escritor necesita también de la
amistad, de la solidaridad, del encuentro de las almas (y las plumas) al calor
de las mismas ilusiones y las mismas inquietudes. Por eso, para él la
literatura no era un empeño solitario ni un motivo angustioso, sino un placer
compartido, una fiesta inconclusa. Quizás por eso, desde que Johann empezó a
ser escritor –y lo fue de manera precoz y brillante, con un compromiso y unos
resultados poco comunes en alguien de su edad–, no había concurso literario en
que su nombre no estuviera presente y con grandes posibilidades de alcanzar la
gloria. Concursos de novela, de cuento, de ensayo: Johann los visitó todos y
felizmente, convencido de que allí había una oportunidad magnífica no sólo para
figurar, sino para conseguir lectores y amigos, que hicieran de aquellas justas
de las letras un punto de partida para nuevos encuentros y nuevas alegrías, al
lado de un café, revelando a un autor desconocido, celebrando el triunfo de
alguno que habría podido ser cualquiera de nosotros.
También
como concursante de la literatura –en el mejor sentido de la expresión–, Johann
fue un caso excepcional y generoso, y siempre andaba repartiendo bases a todos
los vientos para que sus amigos lo acompañaran en el placer de hacerse leer. De
él sí podría decirse lo de los caballeros y los buenos jugadores: que lo suyo
era el gusto de estar, más allá de a quién tocara la victoria. No en vano, su
último cuento fue premio nacional en Santander, en el concurso Umpalá; se
llamaba “Teoría de la muerte”.
Esta
primera edición del concurso regional de cuento Johann Rodríguez-Bravo es un
homenaje a su pasión desmedida por la literatura y por la vida; es un signo de
gratitud por todo lo que aprendimos de él, de su apego ejemplar a los llamados
del arte y la belleza. Lo único que lamentamos es que ya no esté aquí para
enseñarnos más, para regalarnos a manos llenas
sus lúcidas opiniones, y para concursar en esta fiesta en la que
también, sin duda, habría tenido el lugar destacado que siempre alcanzaron sus
textos.
Una vez
más, y como siempre, Johann se llevó la mención de honor de este concurso. El
suyo; el que celebra su vida y su vocación.
Bogotá, 07
de Octubre de 2009.
Juan Esteban Constaín
Carlos Fernández
Andrés Mauricio Muñoz
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